Peggy Sue se casó… o así : Especial Venecia

Soy un bicho de museos, siempre lo he sido. Me gustan sobre todo los de antropología, pero no le hago ascos a una buena galería de art. No obstante sí que hay algo que no soporto… El arte abstracto. Hasta ahora nunca ha sido un problema porque mis compañeras de viaje o de visitas siempre habían compartido la abominación que siento hacia esas cosas. No obstante parece que mi racha de compis de museo ha terminado porque el único tipo de museos que le gustan a Chico son los de Arte Abstracto.

Como soy una compañera de viaje muy maja renuncié a ver los dos museos sobre trajes y la Academia para ir a ver dos museos de arte moderno.

CA’ PESARO (Arte moderno + Arte japonés)

Parecía la combinación de museos más atractiva que Chico se iba a encontrar nunca.

Tardamos un rato en encontrarlo, pero al final llegamos. Yo me mentalicé antes de entrar… intenté hacer ejercicios de respiración y me auto convencí de que reírse de los gustos de las personas está mal…

Entramos y lo primero que vimos fueron unas grandes barcas con zapatos encima y fotos de señores… (Primer soplido de Taq) Chico, con voz de tipo sabihondo me dijo que significaba la trayectoria de las vidas de esos señores… (Mierda… y yo que pensaba que eran el arca de Noé de los zapatos y los señores los patrones… eso explica la ausencia de Manolos…).

Empezamos a subir la escalinata cuando vimos…



Chico sacó de estrangis la cámara y se puso a hacerle fotos… (Dios… que largo va a ser esto…)

Ahí entramos a la colección y la verdad, es que era muchísimo mejor de lo que esperaba… el punto es que se trataba de arte moderno, no de arte abstracto, ergo había pinturas de Klimt, de impresionistas… todo bastante decente, algún Kandinsky o Klees  que molestaban la vista… alguna paranoia gigantesca, pero en general, me lo esperaba muchísimo peor.





Luego en el piso de más arriba había una pantalla con cosas asquerosas que pasé mucho de ver y una especie de cama gigante negra en vertical que aun no entiendo muy bien que hacía ahí, como siempre que veo arte abstracto miré a la guardia de seguridad y pensé en lo mucho que tendría que aguantarme la risa si yo fuera ello y viera la cara de la gente como yo al mirar esas cosas…

Luego subimos más y entramos en la colección de arte oriental. Era preciosa… los japoneses están locos, los kimonos y los kimonos de verano cuyo nombre no recuerdo aunque chico lo repitió varias veces mientras babeaba…  Las cajas, los platos, los muebles, los escudos, las katanas, todo era precioso. El documental sobre como restauraban las piezas y como trataban la madera era realmente interesante… desde luego, salí con buen sabor de boca de aquella colección.

Lo peor del museo sin lugar a dudas, la escultura del hombre-ciervo zumbándose a una tía de pie y por detrás… todos la mirábamos con una mueca de asquito y sin embargo ninguno podíamos dejar de mirar… no he encontrado fotos, sorry. u.u

PEGGY GUGGENHEIM (Arte abstracto)

Bueno, éste museo sí era de arte abstracto, pero fui confiada porque el otro no me había parecido malo del todo, así que la caída fue… espantosa…

Entramos primero al patio, donde dos esculturas nos esperaban…

Pero yo fui una ilusa… y pensé, igual pasa como en Ca’ Pesaro y es solo para asustar. Compramos las entradas y pasamos al jardín interior…, el pánico empezó cuando vi a la criatura…

T: Chico, ¿qué carajo es ese enjendro?

C: ¿No lo ves? Es Aslan, el protector de Venecia…

T: ¿Y por qué le han arrancado la cara?

C: Porque así es genial

(Claaaaro, genial para no dormir por las noches…)

Ahí supe que la mejor idea era apartarme de chico, porque sino lo acabaría ofendiendo de tanta VAYA MIERDA ES ESTO…

Y entonces vi esto…

En realidad había dos iguales y directamente opuestas entre sí, yo lo miré un buen rato y juro que lo intenté, intenté buscarle el sentido oculto al asunto… y al final, sintiéndome muy orgullosa de mi misma, decidí que había resuelto el enigma… Me puse el monóculo imaginario de cuando digo algo snob y pensé, “Son las trompas de Falopio de una mujer en grande, significan el poder de la mujer y su virginidad…”

Entonces, me acerqué a la etiqueta y tachán, ahí estaba la solución, la gran sorpresa fue descubrir, que mi gran teoría estaba equivocada, con lo mucho que me había costado llegar a ella… en realidad, damas y caballeros, se trataba de un cumplido… sí, no sé cómo se me pudo pasar… (creo que el A LA MIEEEEERDA, se escuchó en España y todo).

Tras un rato por el jardín decidimos entrar a ver los cuadros… lo primero que me llamó la atención es que las típicas guardas con camisa azul y pantalón negro que daña a la vista, sentadas en una silla y con las gafas de mi bisabuela mirando alguna telaraña de la sala habían sido reemplazadas por tipas veinteañeras con pinta de TOP MODEL vestidas con unos vestiditos todos monísimos y cuyo estilo variaba según el estilo de la sala, todo hiper fashion de la muerte.  Luego empecé a mirar los cuadros…

Era peor de lo que había soñado, cada vez que miraba un cuadro me empezaba a reír pensando en lo estúpida que parecería mirándolo y veía a los demás mirando y me parecían estúpidos así que me reía más…

Chico se emocionó mucho al ver un cuadro en el que parecía que se le había explotado un puntafina gigante negro a alguien…



El me repetía una y otra vez, es un bosqueeeee, pero yo era incapaz de ver el bosque… yo pensaba en cuantos puntafinas de tamaño normal se podrían rellenar con el explotado.

Para mi sorpresa a Chico el Kandinsky (pintor al que idolatra vaya usted a saber porqué) no le gustó demasiado…



Yo reprimí muy bien mi risa…

Luego, me aparté un rato más y ví otra escultura, como me aburría decidí volver a intentar lo de adivinar…



Decidí que se trataba del sentimiento que tenían los bateadores de baseball al hacer grandes fortunas vendiendo cromos con sus imágenes… chico me aclaró que se trataba de un pájaro en el espacio.

Ahí decidí dejar de adivinar.

Cuando terminamos fuimos a la tienda de regalos, lo peor, la camiseta con la escultura símbolo del museo…



era tan bizarra como parecía…

El único cuadro que me gustó de toda la colección era este



he de reconocer que la profundidad estaba muy conseguida.

La exposición temporal era un truño, hasta a Chico le pareció una tomadura de pelo, pedazos de metal desguazado colgados de una pared… triste…

Antes de irnos colgué mi deseo en el árbol de Yoko Ono (lo siento Beatles, soy una traidora y me he ido al bando de Yoko).

Frente a los deseos de los demás, (paz en el mundo, que no haya hambre… un poni…) mi deseo fue algo menos ortodoxo y sin embargo muy difícil de cumplir:

PODER ENTRAR EN UN MUSEO DE ARTE ABSTRACTO Y NO DESCOJONARME AL VER CUALQUIERA DE SUS OBRAS.

Creo que antes arreglamos  lo del hambre en el mundo u.u