Los reencuentros de cada año

A medida que vas creciendo, tu ambiente va variando, empieza por la escuela, luego el instituto, la universidad, el trabajo, los multíples trabajos, las actividades extraordinarias, y gracias a estos cambios se va forjando un entramado social, amigos, compañeros, amigos de tus amigos, conocidos...

A veces esas relaciones parecen fuertes durante un cierto periodo de tiempo y de repente un día, PUF, desaparecen sin dejar poco más rastro que el de un vago recuerdo o alguna frase que te marcó.

Otros perduran, aunque el entorno varíe, y siguen ahí, pase lo que pase, sigues viéndolos, los llamas, les escribes, siempre forman parte de tu vida.

Y por último, están esas relaciones que se solapan con las vidas tan distintas que cada uno llevamos. Muy a menudo esas vidas están lejanas o simplemente resultan incompatibles, pero están ahí, yacentes, esperando a que en algún momento se retomen y cuando se retoman, aunque sea durante tres horas al año, pasas tres horas geniales, y estás con esas personas como si ayer hubieran sido tus mejores amigos.

Yo tengo cuatro amigas así, y ahora he recuperado a un amigo.

Dos de ellas estudian en Barcelona carreras complícadisimas y en cuanto empiezan el curso desaparecen de mi radar y durante nueve meses, no se absolutamente nada de ellas, y de repente, un día de verano, ahí están, nos quejamos de nuestras vidas aburridas, nos contamos las pocas novedades, y reímos recordando viejos tiempos.

Otra vive aquí, esa es del colegio, y desde que se fue a otro instituto nos vemos unas dos o tres veces al año, nos llamamos otras tantas, y la quiero tanto como cuando jugabamos a ser Sailor moon en el patio del colegio, yo era mercurio, y ella júpiter y ambas deseabamos cumplir los catorce años para que una gata nos dijera que eramos guerreros...

La cuarta es mi amiga cibernáutica, me ayudó en muchos momentos, y siempre me ha gustado tener charlas con ella lárguísimas y que nunca sabes a dónde te van a llevar, son como un estira y afloja que te dejan agotada, pero aun así, se la quiere igual. Además, en su momento, me acogió en su casa como a una más, ella y toda su familia, y pasé un gran fin de semana con ella, y con sus álbumes de fotos y su gato (al que le daba susto).  Y no me importa cuanto tiempo pase de una conversación a otra, siempre me gusta saber cómo está.

Mi amigo perdido, fue alguien que me acompañó durante los últimos años de instituto, al que quería un montón. Preparábamos premios de matemáticas juntos, hacíamos teatro juntos, me acompañaba a casa... cuando empezamos la carrera, el en Bcn y yo aquí, le perdí COMPLETAMENTE la pista, y cuatro años más tarde ha reaparecido, y ahí está como antes, habíendo vivido una vida mucho más intensa de la que yo lograré en toda mi vida. Ahora sé, lo que me dolía haber perdido la relación con él.

Hoy ha sido una tarde de anécdotas, risas y guarrerías... pobre niña mia, se pone mala sólo con pensar en un poquito de sangre (me recuerda a cami xD). Y desde luego, espero seguir manteniendo el contacto con todos ellos, porque odiaría volver a perder a alguien.