miércoles, 28 de enero de 2015

Oda a un parque

Han derruido un lugar de tu pasado o de tu infancia, uno al que le tenías un afecto especial. Hazle un homenaje.

Tengo curiosidad. ¿Oda un a un parque? ¿A quién leches se le ocurrió ése título?

Cuando yo era pequeñita y caminaba por las calles de Zaragoza, mi padre me solía señalar locales y me decía: "Ahí me compré mis primeras zapatillas de deportes", "Ahí arreglaban paragüas", "Ahí nos comíamos las mejores papas bravas del mundo". Y a mí siempre me parecían anécdotas bastante aburridas, bueno, ya no venden zapatos, ahora hay una cuchillería... ¿quién leches va a una cuchillería?

Ahora tengo 27 años y cuando paso por algún sitio y recuerdo con cariño lo que solía ser, pienso en las anécdotas de mi padre y me siento viejísima, (ejem, inciso para apreciar que mi padre, el pobre, no es un anciano, pero reconozcamos que los  padres de una suelen ser mayores que una... creo que no lo estoy arreglando, bueno... ¡Qué bonito es mi papito!, o algo).

En fin, que me siento viejísima cuando me doy cuenta de que los cines Xenon, en los que fui por primera vez sin padres a ver una peli (The Faculty, que bodrio, y me llevé una bolsa de palomitas de casa, JA, como una buena doñita) es ahora un Opencor. Y que los cines donde vi el señor de los anillos, llevan cerrados a cal y canto siglos. Lo peor de todo, sin embargo es El Pittsburgh, un restaurante lleno de memorabilia americana, sobretodo de baseball, con comida americana, que nos encantaba a mis amigas y a mí. Cuando empezamos a salir por ahí solas siempre acabábamos cenando una hamburguesa con patatas en el Pittsburgh. Normalmente estaba vacío y nosotras gritábamos y reíamos como locas allí (tal vez por eso estaba vacío, tal vez por nuestra culpa cerraron), cuando teníamos unos 18 años lo cerraron. Ahora es un restaurante de comida gourmet o algo así, siempre que pasamos por delante nos acordamos del Pittsburgh, el otro día hasta comentamos que tal vez debiéramos darle una oportunidad a su sustituto... no creo que llegue a pasar. Creo que sería un vago sustituto, por muy gourmet que sea.

Ya no existen los sitios donde salía de copas, ni los sitios a los que iba a por zumos y batidos. El sitio al que iba a por chuches ha sido mudado y cada vez que lo veo en su nuevo edificio me da ganas de acariciar el cristal y preguntarle "¿Te has perdido?".

Al menos Zara y Mango siguen en su sitio...

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