martes, 12 de enero de 2010 1 comentarios

Fresas

Bueno, bueno, bueno. La verdad es que llevaba algún tiempo con sequía de posts, no tenía ideas, y bueno, como que se nota en el numero de posts mensuales, y ahora tengo un montón de ideas, se me acumulan y no sé cuando me va a dar tiempo… pero prometo que los escribiré un día u otro. Además quería inaugurar sección pero bah, el caso es que todo se reduce a que soy una vaga redomada.

Bueno, hoy el post es bastante chorra, pero qué se le va a hacer… A todo el mundo le gustan pequeñas cosas, cosas simples, que para cualquiera puedan parecer una solemne chorrada y sin embargo, para ti, son especiales.

Siempre que pienso en ello recuerdo el principio de Amelie, a ella le encantan algunas de esas pequeñas cosas.







Yo coincido con Amelie, me encanta girarme en los cines para ver la cara de la gente, adoro filetear champiñones y lo que más me gusta, es comer las primeras frutas de la temporada, de casi cualquier fruta. Aunque existe una alegría especial.

Adoro comer las primeras fresas de la temporada.

Las fresas no son mi fruta preferida, ni mucho menos, me gustan mucho,  pero la alegría se debe a algo distinto. Aunque me encanta el invierno, abomino la fruta de invierno, me gustan las naranjas y las mandarinas, y los plátanos, pero como solo como esas tres cosas (porque la manzana y la pera, en cuanto me como una o dos ya he tenido más que suficiente para toda la temporada) acabo hasta las narices. Y las fresas anuncian el principio de una nueva temporada de frutas, me hago un hartón de comer fresas, pero me las como hipperjappi de la vida, porque sé que pronto llegarán las ciruelas, y los alberges, y las cerezas y volveré a tener unos seis tipos de fruta distinta en casa para poder elegir.

Al final, hoy, he ido a buscar mi móvil nuevo, y mientras iba a la tienda de Yoigo he pasado por una frutería, y las he visto, ahí estaban, varias cajas de fresas, con una pinta riquísima. Tras pasarme un par de días viendo los extras del dvd de Firefly, donde Kaylee come fresas con esa cara de éxtasis supremo, llevaba hablando de fresas todo el fin de semana y al verlas hoy mis glándulas salivales han cobrado vida, pero iba con prisa, así que he pasado de largo pero con dolor de corazón, luego al ir a recoger a mi madre antes, he vuelto a pasar por la frutería a ver a cuánto estaban… y volvía a llegar tarde y mi madre tenía el móvil muerto así que no la podía avisar, así que me he vuelto a ir con dolor de corazón y sin fresas.

He recogido a mi madre, y le he dicho ¡MAMÁ, HAY FRESAS!, Y mi madre, que es majérrima me ha dicho, pues vamos a comprar…

Y en la cocina tengo mi kilo de fresas  menos una, que ya ha pasado a mejor vida en cuanto hemos entrado por la puerta.

Adoro las primeras fresas.
domingo, 10 de enero de 2010 4 comentarios

Reyes Magosos

Bueno, el primer post del año y lo escribo el día 9… soy una perruza, pero hay razones, al principio quería dejarlo para cuando llegaran los Reyes Magos, y así lo hice, lo que pasa es que ayer, había cena “navideña” con mis amigas, que también traen regalos de Reyes, así que decidí esperar a tener TODOS los regalos para hacer la crónica.

Así pues empezamos con madre a eso de las diez de la noche del día 5 diciendo ¿PODEMOS ABRIR YA LOS REGALOS?... si es que… con críos ni al cielo.

El 6, obviamente madre entró a mi cuarto y me dijo, ¡LEVANTA, QUE QUIERO ABRIR MIS REGALOS!, y yo cual zombi, me levanté.

Como siempre mi abu nos puso a cada uno un sobre con dinero, y luego estaban los regalos de verdad de la buena.

Os presento a Jessica, mi DSi. De mis papis.



Como nota especial diré que aunque soy una friki de cuidado es la primera consola que tengo, había tenido tetris de esos de los veinte duros cuando era renacuaja, pero eso solo fue sustituido directamente por mi primero ordenador, al que instalaron el juego de Aladdin, el del Rey León, Monkey Island II,  Sam & Max y the Day of the Tentacle. Pero nunca tuve una GameBoy ni nada por el estilo hasta ahora *.*

Tito , que es un majérrimo me pagó mis brochas de maquillaje profesionales.

Y molan mil, son carísimas, sí, pero son tan prácticas, y como van dos en una, no ocupan nada, y tengo su champú, para limpiarlas… jo, como me gusta, soy toda una superficial.

Luego padres, me compraron una pulsera monísima, aunque no me la se poner yo sola u.u

Y unas botas con unos taconazos de la virgen, 11.5 cm  que asombrosamente son extremadamente cómodas y me hacen ser aaaalta y veo las cabezas de la gente, más majas…

Luego por la tarde vino Chico y con él más regalos.

El primero, una vaca cuadrada que muge… Ya tiene desquiciadita a la pobre Paps. Tiene vaquitas cuadraditas dentro en plan matrioska, pero aún no les hemos encontrado ninguna utilidad o función todavía.

El juego de Rol de Zombies 4, yo había jugado antes al uno o al dos, no lo recuerdo, pero este es más raro, en éste tienes que huir de los perros zombies asesinos. Es genialoso, hoy lo he estrenado con C y casi nos hacemos daño con tanta norma.

Un libro ilusitrado muy raroso, del que solo he leído las primeras páginas pero todo apunta a que se va a parecer mucho a la melancólica muerte del chico ostra, de Tim Burton, que me encanta, así que estoy muy ilusionada a tal respecto.

Y finalmente EL REGALO, que me dejó igualita que Sheldon cuando Penny le regala por Navidad una servilleta usada y firmada por Leonard Nimoy.

EL DVD DE LA TEMPORADA COMPLETA DE FIREFLY. Jo… di saltitos, y grité y fui muuuuuyyyy feliiiiz.

I love Chico (seeeh, soy una interesada).

Ayer mis amigas también traían regalos y como recuento diré que tengo un gorro y una bufanda que molan mil. (El muñeco se llama Apeiron, lo indeterminado en griego, por razones obvias, y ha servido de modelo en este caso). Además me quedan divinos de la muerte.

Y un ALBUM HOFFMAN de nuestro viaje a Londres, todo personalizadito, más mono. No dejo de mirarlo, con sus baldosas de colores, y su a tomar Port Cullis, y las tirolesas, y el árbol… Jo, como me gusta. (Los tintazos son para preservar nuestras integridades físicas y morales y la cosa esa del anonimismo y eso…).

Pues eso, que como siempre se me ha portado todo el mundo muy bien,

I love you all.

Y FELIZ NAVIDAD.


Porque para mí sieeeempre es


Navidad.

jueves, 31 de diciembre de 2009 3 comentarios

Bye 2009

Bueno, como soy una original, voy a hacer un leve recopilatorio del año 2009.

Lo mejor: Los viajes.

Empecé el añito con puede que el mejor viaje de mi vida, el crucero de fin de carrera. Me enamoré completamente de los cruceros, casi nos tienen que bajar a rastras. Cogimos un temporal que hizo que el barco volara (completamente verídico) pero reí tanto, lo pasé tan bien. Vi actuaciones en directo, fui a otro continente (que no me gustó en absoluto), vi Palermo, Roma, Florencia, Villefranche. Bailé hasta las tantas, le pinté la cara a desconocidos con mi pintalabios rojo, canté por Sabina sin un hilo de voz por toooda la semana afónica, aprendí a doblar servilletas en forma de banana y de flor, hice guerras de almohadas, vi wall-e y desayuné panqueques. Conseguí unas cuantas relaciones que antes no tenía y reforcé otras.

Luego Venecia con Chico, nuestro primer viaje juntos. Pasamos todo el calor del mundo, pase cinco días sin maquillarme (que es el colmo para una superficial como yo), vi un montón de museos y catedrales, palacios, intenté entender el arte moderno, viajé en todos los medios de transporte existentes, me comí la mejor pizza del universo, mi móvil aprendió a bucear  y probé el Spritze.

Y finalmente Londres, con la familia. Londres sigue siendo mi destino preferido, creo que ya es definitivo, y la verdad es que no se a donde más podré ir con el tiempo, pero dudo muchísimo que me pueda gustar más que Londres. Adoro esa ciudad, adoro su ambiente sus museos. Descubrí que me gusta la Guiness y que de mayor quiero aguantar tanto tute como mi abu.

Lo peor: El aburrimiento

He tenido el cuadrimestre más vacio de la historia, he vagueado hasta hartarme de vaguear y mira que eso era difícil. He sido más asocial de lo habitual, no he visto a mis amigas durante meses y solo de vez en cuando salía de casa y mi único momento en el exterior era en el gimnasio, que horror… Sé que el año que viene al menos el principio lo voy a tener hasta el cuello y me voy a arrepentir de este párrafo y que echaré mucho de menos este aburrimiento, pero oye…

Luego… a ver, he descubierto que Paps y yo vivmos juntas aunque sea de forma virtual. Aunque estoy bastante segura de que es una de las mejores roomates que se pueden tener, además no mancha nada ni le importa mi desorden.

También he descubierto que mi pequeño Facu ha crecido un montón y no me refiero solo a la estatura, que estoy segura que también porque ahora veo fotos suyas y parece un tipo al que hay que respetar y no me vienen ganas de hacerle goños-goños, sino que ha crecido y se ha convertido en un adolescente friki, pero adolescente. Va dejando atrás su ñoñería para convertirse en un tipo normal, majísimo, pero normal. (Pero que conste que yo lo quiero igual).

Mis Xurrinas me hicieron fiesta sorpresa y visita sorpresa en mi cumple, y las echo muchísimo de menos y a ver si este año nos vemos más… Pero con ellas pasé una de las mejores noches de mi vida… con Miri me he reído demasiado este año y la noche de chicas acabó hasta con lloros por culpa de los ataques de risa acompañados de caipirinhas.

Mis amigas de toda la vida siguen siendo una constante, con más o menos contacto siempre están ahí.

Los AA, que están en un bajo de los altibajos, pero que siguen ahí y que han hecho que pase ratos geniales jugando al password, que es como un pictionari pero sin dibujos (By Coco).

Chico se ha ido acercando más a mi familia y sigue igual de majérrimo y de goños goñoseable que siempre. Además ya me he acostumbrado a su pelo semi-corto (el corto corto no lo superaré nunca).

Y por último la familia, que sigue igual que siempre  y que espero que así siga durante muchísimo tiempo.

Que más… pues ohhhhh, claro ganancias materiales, dos móviles, varios relojes, una netbook, una tableta digitalizadora, varias joyerías, libros, merchandising friki…



Jooo, pues ha sido un buen año…

Me ha molado el 2009.

Para el 2010 no hago listas de propósitos, si no soy capaz de llevar una agenda a corto plazo, imagina a largo… pero sí que pido estabilidad, y descubrir qué voy a hacer con mi vida. Y ACABAR LA CARRERA, POR DIOS, que estoy de derecho hasta las narices.

FELIZ AÑO A TODOS.

lunes, 28 de diciembre de 2009 3 comentarios

La Navidad Taqwiliana

21 de Diciembre, 15:35 p.m.

Conversación por Skype Taqwilandia –Faculandia.

T. Hola

T. Feliz Navidad

F.  xDDD Feliz Navidad

T. ¿Qué tal?

F. Mhhh, estoy muy constipado

T. Pooobre, anda drógate un poco.

F. Si, ahora voy ACHÚUUUUUS.

T. CÓMO ME LO PEGUEEEEEEEEES

F. Claaaaaaaaaaaro xDDDDDDDDDD
22 de Diciembre,  12:00 a. m.

Residencia de Taqwa

T. ACHÚUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUS
23 de Diciembre, 22:00 p.m.

Conversación por Skype Taqwilandia- Faculandia- Papsilandia

T. Teeeeeeeeeee odiooooooooooo

F. ¿Qué he hechooo?

T. Me has pegado el cataaaaaaarrrooooo

F. Claaaaaaaroooooooo xDDDDDDDDDD

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Y así empezaron las navidades, con un pasmo importante que yo pegué a padre también. En cuanto mi madre terminó de trabajar cogimos carretera y manta y nos fuimos a Zaragoza. Durante el trayecto volvimos loco a Tomasico (el nuevo Tom-Tom de padre), que calibraba rutas raras y nosotros nos las pasábamos por el forro.

Llegamos prontísimo, y padres se fueron por ahí mientras yo me quedaba muriéndome en el sofá de mi abu, ella hacía la comida.

Comimos y mi madre soltó la famosa frase.

M. ¿Abrimos los regalos?

Obviamente le fuimos dando largas, al final le dijimos que a las ocho los abriríamos…

Hace unos años que mi tío y yo somos los encargados de cocinar los mariscos y preparar la cena de noche buena, consistente en un picoteo marisqueril por su sitio. Este año abandoné a mi pobre tito en tan ardua tarea porque yo seguía muriéndome en el sofá, vestida con un jersey polar de cuello alto, un jersey normal, un polar robado a mi abuela y una manta por encima. Cada vez que salía al pasillo (en su casa no hay calefacción y fuera de estufa-zone hace un frío que pela) se me helaban hasta las ideas, hasta sacaba humo de la boca cuando soplaba en el baño…

A las ocho abrimos los regalos. Como cada año gritos y gracias y ¿esto qué eses?  La relación de regalos recibidos:

-          Paraguas de Marilyn Monroe

-          Jersey Marrón monérrimo

-          Perfume: Marinada

-          Chapas de Jack Skeleton

-          Pendientes de Pipi

-          La momia de Achmed

-          Cartera de la abeja Maya

Como entre los regalos de tito había varios instrumentos de percusión, madre usando toda su dulzura navideña y su privilegiada voz nos amenizó con un concierto de villancicos acompañada por percusión que ella misma tocaba… Era un todo en uno indescriptible.

Nos dispusimos a cenar, el menú:

-          Muchos langostinos gordotes

-          Banderillas

-          Nécoras

-          Bogavante

-          Langosta

-          Espárragos Gorditos

-          Tostadas con Foie y manzanas

-          Patas de araña y Bocas

-          Sepia

-          Lomos de bonito

-          Gambas a la plancha

-          Cigalas a la plancha

Bueno, vamos que nos pusimos las botas… cuando terminamos de comer yo me volví a mi sofá a morirme un rato y madre nos cortó algún cacho de turrón. Nos dedicamos a ver en TV una especie de Zapping, nada muy allá, pero al menos no cantaba el nenito ese repelente que imita a Luis Miguel.

El día de Navidad yo seguía en mi sofá y mi padre se me unió en pleno estado de pochez. Comimos más de lo mismo del día anterior pero la sopa, los huevos de codorniz y el salmón ahumado fueron añadidos al menú.

Padre tuvo un ataque de pochez, y para cuando se le medio pasó y se quedó grogui por la droga nos  dedicamos a nuestra tradicional partida de Póker navideña. Tito nos desplumó a todas y Abu me cogió manía porque cada vez que ella tenía una buena jugada, yo la tenía mejor (hasta cogí un poker de ases más rey) pobre Abu.

Al día siguiente me levantaron muy temprano para ir de compras, me tenía que duchar, secar el pelo, maquillarme… y todos me presionaban. Yo corría de un lado a otro vistiéndome con un cepillo térmico en el pelo y un ojo a medio pintar. Al final salimos. Fuera hacía frío, así que yo me puse mi jersey nuevo, pero cuando entramos en el centro comercial empezamos a asarnos, la calefacción estaba altísima y había bastante gente.

Entramos en nuestra visita obligada a Primark donde empezamos a llenar varias bolsas de pijamas y camisones y ropa interior y entonces las veo, están ahí, son geniales, me acerco, las toco las miro, miro el precio, son baratísimas, las miro, me enamoro perdidamente, miro la talla, me giro y busco a mi familia y cuando los veo les grito:

T. MIRAAAAAAAAAAAAAD, SON UNAS BRAGAS CON RENOS NAVIDEEEEEEEÑOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, ME LAS COMPRO *.*

Fy. Pufffff

Salgo acaloradísima de Primark pero con mis bragas de renos *.* (Al parecer no puedo poner fotos de las bragas porque hay mucho degenerado por internet e incluso debería estar redireccionando a los pervertidos escribiendo vragas en vez de bragas, pero es que duele demasiado a la vista y la verdad, no sé, si la perversión de los tipos son las bragas con renos navideños, la perversión no es tan grande… al fin y al cabo la navidad es genialosisima *.*).

Luego entro en New Yorker, sigo muerta de calor, pero veo una camiseta que no sé si me encanta o me parece muy fea. Me la intento probar por encima del jersey, pero el jersey es muy gordo, así que voy a los probadores, me quito el jersey y … chas me miro al espejo… pestañeo por si veo visiones, me vuelvo a mirar, y me empieza a entrar un ataque de risa mientras me sigo mirando incrédula. Como soy así de lista y me habían metido tanta prisa al arreglarme, mientras me ponía colorete en las mejillas y la bota derecha me ponía el jersey con la mano izquierda ENCIMA de la camiseta de pijama que me había puesto para ir secándome el pelo. Así que ahí estaba yo, el probador de New Yorker, mirándo mi camiseta medio desteñida de jirafas con gorritos que dicen Nice to Meet you y con todo un ataque de risa.

Me quito la camiseta y me pruebo la nueva que queda rápidamente descartada, pero le pido a mi madre que me dé el bolso que amablemente me iba aguantando, y le enseño la camiseta del pijama… aún se me están riendo…

De ahí vamos a C&A donde mientras padre mira en la sección de tallas grandes, yo me enamoro de unas camisas a 9€, me compro un par y madre se compra otra y nos metemos en los baños para cambiar nuestros jerséis por camisas y no morir de lipotimia o algo…

Tito y yo entramos a Sephora donde me hago con unos cuantos pinceles de maquillaje profesionales y el champú para limpiarlo, tito me los paga relatando sobre lo caros que son una mierda de pincelitos, pero feliz porque así se quita el regalo de reyes  de en medio.

Entramos a Eroski a buscar un Roscón de Reyes, pero son muy grandes o muy pequeños, así que decidimos pasarnos por AlCampo a ver si hay con mejor pinta.

Vamos a AlCampo y compramos lo que hace falta.

Comemos un Asado Aragonés a eso de las cuatro de la tarde, con roscón de postre.

Por la tarde padres se van de cena mientras tito y yo nos meamos con el top 25 de desastres en el Wipe Out americano, las clases de Oregonés para Foranos y el Comando Almogávar.

Luego Abu y yo vemos Mulán y El Jorobado de Notre Damm, Mulán es una de mis pelis Disney preferidas, mientras que el Jorobado, la vi en el cine el año en que la estrenaron y me pareció horrenda y hasta antes de ayer no la había vuelto a ver. Me volvió a parecer horrorosa y para mí el mensaje que enseña esa peli es… apalea a los feos a no ser que se pongan chulos y asesinen  a alguien, si eso pasa, mejor tenles miedo pero trátalos bien.

Ayer nos vinimos a Taqwilandia again, donde todo estaba cerrado y fuimos a comer al italiano y luego por la tarde sesión de Chico y vuelta a la rutina con tropecientos mensajes de Fb pendientes y muuuuchos RSS que leer.

Y finalmente, aunque tarde…

FELIZ NAVIDAD

miércoles, 23 de diciembre de 2009 2 comentarios

London: Día 3

El día empezó con una lluvia espantosa. El comedor donde desayunábamos (obviamente plagado de españoles que comentaban los resultados del fútbol y del tenis de la semana) era un añadido al edificio y los gotones resonaban por todo el techo pronosticando un día asqueroso para visitar el mercado de Candem. Así que decidimos variar la ruta que íbamos a hacer e ir a la National Gallery primero y rezar por que el tiempo mejorara…

Tras un lavado de dientes salimos a la calle y nos dimos cuenta de que había dejado de llover, no obstante las nubes amenazaban sobre nosotros así que decidí que podríamos tomarnos la libertad de pasar por la Torre de Londres, solo por fuera, para verla y ver así también el Puente de Londres, hacer unas fotos mientras el tiempo lo permitiera y ya después ir a la National.

Así lo hicimos, nos hicimos las fotos de rigor, entramos en una miniexposición gratuita de Enrique VIII “vestido para matar”, con cascos y hachas y esas cosas que llevaban en las guerras y entonces nos dimos cuenta… el sol estaba saliendo. ¡¿Quién lo hubiera dicho durante el desayuno?!



Decidimos aprovechar ese sol londinense y nos fuimos directamente a Candem. Estaba como lo recordaba, bueno, en realidad mucho más lleno. Había ropa Vintage, y ropa gótica, corsés, mercados de anime, ropa, joyerías, bolsos. ¡Por fin conseguí encontrar una camiseta de la Naranja Mecánica talla M que llevaba tropecientosmil siglos buscando para Chico! Pero no solo eso, además la tenían en sudadera… Jo! Qué felicidad!!! Compramos bolsos de Michael Jackson, gorros y bufandas, camisetas a palazos… y tras tooooda la mañana arriba y abajo, Tito y yo nos fuimos a buscar un sitio para comer, dejando al resto de la expedición con una ración mediana de Fish & Chips aparcados… No encontramos nada, nos fuimos hasta Botorrita, volvimos, y ni un solo sitio donde comer, había pocos sitios y todo estaba llenísimo. Unas chicas muy educadas en un perfecto inglés me pararon para pedirme instrucciones de cómo salir de ahí… mientras yo les explicaba mi Tito, que es más listo que el hambre dijo, en su perfecto español. ¿Vosotras no seréis españolas? Obviamente todas se echaron a reir, y nos pasamos a la vieja lengua de nuestro país natal para acabar de explicarles. Tras eso, recuperamos a nuestra familia y nos subimos a un autobús que nos llevó a Trafalgar Square. Tito, madre y yo, en el piso de arriba, como buenos turistas. Disfrutamos un montón el viaje, viendo las casitas, los hospitales, los voluntarios repartiendo comida en el amparo… esas cosas.

Llegamos a Trafalgar square  y nos fuimos al primer pub que encontramos (no sin antes parar a hacernos unas fotos de rigor con las cabinas rojas, o negra en mi caso, que a mí me molaban más las cabinas pesimistas). En el pub, pedimos los típicos “Sundy Roasts”, los asados del domingo, de ternera y de cordero. Una pinta para padre de vete tú a saber qué cerveza, una pinta de Guiness para tito y una cerveza sin alcohol para madre… el tipo me miró fatal cuando le pedí una cerveza sin alcohol… no me escupió de milagro y me explicó que de eso no había… así que le pedí una cerveza suave para madre. Luego se me ocurrió pedirle dos refrescos de naranja, para abu y para mí… entonces el tipo me miró y vi su bombilla encenderse, y me dijo que no tenían, pero que podía hacerlas… pensé que lo habría entendido mal, y su cara de genio en plena acción me desconcertaba, pero casi me mato de risa cuando ví que sacaba una botella de zumo de naranja, llenaba dos vasos, les echaba cubitos de hielo y luego FSHHHHHHHH los regaba con sifón para hacerlo gaseoso. Qué tipo más majo… qué conste que estaba rico y todo…

Los Sunday Roasts fueron un gran acierto, estaban riquísimos.

Cuando salimos del pub fuimos directamente a la National Gallery, vimos a los españoles y unas cuantas galerías, hasta que finalmente llegamos al que era nuestro objetivo (bueno, el de mi madre), los Girasoles de Van Gogh… a ella le encantaron, a mi otra vez, no me gustaron en vivo… u.u

En la National contábamos con los sillones de cuero de las galerías para que abu descansara, pero buena es abu… ella quería ver los cuadros, así que se jaló la misma National Gallery que nosotros … si es que… está hecha una jabata.

Allí les pregunté si aguantarían otro museo, porque a mí me parece que la National y el British hay que verlos, son míticos y todo el mundo los ve. Pero no todo el mundo va al Museo de Historia Natural y es un error. Tal vez sea porque fue lo primero que yo vi en Londres la primera vez que fui, o tal vez por su edificio, que es precioso, o por el dinosaurio de la entrada o por el T-Rex o por la ballena gigante, tal vez sea por las células fotosintéticas o por el ornitorrinco (sin duda no es por la secuoya gigante), el caso es que adoro ese museo. Y allá fuimos. En cuanto salimos de la parada del metro la navidad nos arropó, había una pista de patinaje sobre hielo en la calle, como las de las pelis en NY, y los arboles estaban decorados preciosos, el edificio seguía siendo apabullante y el tiovivo le daba ese toque de no sé qué.

Nos cautivó a todos. Vimos a los dinos, y mi familia se aparcó en un banquito mientras tito y yo nos íbamos a ver fósiles y minerales y bichos feos, y el hormiguero que era un show… luego hicimos el canelo intentando subir hasta el último piso (a pata, obviamente) para ver la mierda de la secuoya gigante, que no era más que un tronquito cortado que encima SE VEÍA DESDE ABAJO… aunque las vistas del edificio eran preciosas, y nos hicimos una foto con Charles Darwin… Luego recogimos a la family, que estaba toda descansadita y entramos a ver a los animales y a la gran ballena azul… IMPRESIONANTE, completamente overwhelming.



Cuando salimos, como estaban descansados pudimos ir a Picadilly y estuvimos andando por el centro. Todo con lucecitas y posters de Wicked. Muy potito…

A la vuelta al hotel mi tito quería una experiencia en un pub inglés. Y teníamos uno al lado del hotel así que entramos, yo que esa mañana había descubierto que pese a que siempre he abominado la cerveza sobre todas las cosas, sí me gustaba la Guiness fría (ñamñam, sabía a café) nos pedimos tres pintas de “Cold Guiness” (una para padre, otra para tito y otra para mí), para variar no había sin alcohol en el sitio y me volvieron a mirar raro, y por no hacer experimentos a abu le pedí un orange juice…



Tenían una máquina de discos, como las antiguas y un tipo Feliciano de la vida iba poniendo canciones, y cantaba en voz alta las canciones, y el resto le hacían los coros… Por un momento nos transportamos a Cheers *.*

Luego madre quería Kebabs y padre y yo pizza hut, así que pedimos pizzas y kebabs, madre encontró un super donde había cerveza sin… (eso hizo que se reconciliara con Londres) y cenamos una cantidad indecente de comida riquísima y luego a dormir… aunque antes vi un especial de cenas navideñas por Jamie Olivier. Jo, qué buena pinta tenía todo…
sábado, 19 de diciembre de 2009 4 comentarios

Roscones de Reyes

Es Navidad, y en cada casa supongo que hay un tipo de tradiciones pero hay una que en prácticamente todas las casas se cumple. El día de Reyes se hace o compra el Roscón, habitualmente de nata y dentro hay una figurita o un haba, a quién le toca la figurita se le corona Rey, a quién le toca el haba, paga el del año siguiente (o alguna variación, que habitualmente se olvida quién es de año en año).



Pues bien, en mi casa las tradiciones suelen distar un poco de las de la gente normal, pero la del Roscón la cumplimos a rajatabla, ¡VAYA QUE SI LA CUMPLIMOS! ¡LA CUMPLIMOS CON CRECES!.

Efectivamente, nosotros compramos el Roscón de Reyes, la principal variación consiste en que compramos el primer Roscón de Reyes que se ve en las tiendas. No os asustéis, no esperamos hasta el día de Reyes a comerlo… que asquito, seguro que para ese entonces la nata ya tiene habitantes y es de color verde. Y aunque todos sabemos que los bebés verdes molan, los roscones verdes no molan nada.

Pues bien, ¿Qué hacemos con ese roscón? Obviamente, nos lo comemos. (Es que somos muy predecibles).

Y ese primer roscón marca el inicio de las navidades, a partir de ese momento, cada vez que se va a una pastelería, supermercado, lo que sea, compramos un roscón. Y nos lo comemos, si pasan varios días sin ir a supermercados, hacemos los roscones. El caso es que comemos una media de 16 roscones por cada Navidad.

La culpable, que conste, es mi madre, que es una obsesa por los roscones, si preguntáramos cuál es su dulce preferido diría EL MERENGUE Y LOS ROSCONES DE REYES, segurísimo. Y es la monstruita de las galletas Asinez y de los roscones de reyes.

Pues bien, las navidades empezaron el viernes pasado, cuando fuimos a Carrefour y de repente mi madre (que al ver Panettones y turrones activó su radar rosconero) nos apareció con un Roscón de Reyes.

Decir que estamos a 19 de diciembre y ya nos hemos comido un Roscón mediano y tenemos uno grande comprado para la comida/cena/comida de mañana comprado. Que el otro día compró levadura madre por si hacía algún roscón y que sueña con ir a Zaragoza para poder comprar en Hipercor un buen Roscón (que son sus favoritos).

En fin… me voy a comer, no sé cuál es el menú, pero sí sé cuál es el postre xD.
miércoles, 16 de diciembre de 2009 5 comentarios

London: Día 2

La habitación era una pasada, realmente grande para estar en Londres, con escritorio, sus percheros (era como un armario pero sin armazón), su pantalla plana, camas grandes, calefacción, aire acondicionado, un baño con ducha cómoda y las cosas que suele tener un baño. La decoración moderna y funcional. Vamos, un buen hotel de tres estrellas como en España pero con la aterradora moqueta de los hoteles londinenses (¡¿Qué sería de una experiencia en Londres sin moqueta en el hotel?!).

Sábado


Dormimos cómodamente y fuimos a desayunar (el hotel incluía desayuno en el precio). Croissants (la verdad es que no estaban muy ricos), bollitos, tostadas, muffins, queso, mantequillas y mermeladas, cafes, tés, zumos, fruta en almíbar, huevos duros y cereales. Vamos, que con hambre no te quedabas y quitando los croissants, todo estaba rico.

Fuimos hasta la parada del metro, mi sra. madre comprobó que no habían más de cinco minutos entre el metro y el hotel. Compramos las Oyster con sus Travelcards y nos fuimos directitos a Westminster. Cuando salimos del metro tuvimos el London Eye a la izquierda, el Big Ben delante y la Abadía de Westminster a la derecha. Vamos, una vista por recordar (aunque personalmente, me gusta más la salida por debajo del Big Ben, es más… impresionante). Hicimos las fotos de rigor y nos fuimos a hacer fila para entrar a Westminster Abbey  mientras nos cruzábamos con los múltiples manifestantes que se reúnen en el emblemático lugar.



Pagamos religiosamente nuestra entrada para Westminster (£15 adultos, £12 abu y yo, la estudiante) la verdad es que es caro, pero merece la pena, además era la única entrada  pagada prevista para todo el viaje, así que no dolió demasiado. Además, el precio incluye una audioguía en el idioma deseado, que te permite disfrutar al máximo de la visita. Vas a tu ritmo y lo ves toooodito enterándote de la historia del lugar que es… WOW. Pocas veces he visto algo con tanta historia como Westminster, y además de eso es tan bonita… la arquitectura es completamente distinta a la que estamos acostumbrados por aquí abajo, y las vidrieras y los arcos y la tropecientasmil tumbas… Jo, me emociono hablando de Westminster. Mi madre y mi abu disfrutaron de la visita como unas enanas, mi abu no soltó su audioguía en toooodo el rato, hasta aprendió a usarla.

Después de vuelta al metro nos cruzamos con una bici-manifestación contra el cambio climático. Los cascos de los ciclistas iban decorados con bolas del mundo y sus maquillajes eran... interesantes.

De ahí nos fuimos hacia Notting Hill y sus calles, que como era sábado podíamos ver el mercado de Portobello y aprovechar para comprar regalos para los amigos. Vimos las casitas y los Masseratis y Ferraris (Sí, los odiamos a todos muchito) y empezamos a buscar un sitio para comer y sentarnos, que ya estábamos muy cansaditos todos. Yo encontré el sitio donde comí el año anterior mi desayuno inglés (riquísimo) pero estaba llenísimo, así que optamos por un restaurante italiano cercano. La Pizza al horno se medía por metros así que nos trajeron un Pizzón de pizzas reunidas que estaba riquíiiisima. Y la pasta, también memorable, la mejor carbonara de mi vida y eso que hasta ahora la de Venecia ostentaba el título con una diferencia arrolladora.  En fin… que como siempre recordé entre risas eso de que en Londres se come fatal (jo, yo cada vez que voy, seguríisimo que vuelvo con varios kg de más).

Luego fuimos de arriba abajo en Portobello, mi padre se quedó con las ganas de seguir revolviendo y de entender inglés para poder comprarse un montón de libros de segunda mano.



Nos fuimos al hotel para descansar, pero antes pasamos por el Marks & Spencer del barrio, donde convencimos a abu para que se comprara unas botas puff. Nos costó dios y ayuda pero al final se las compró y desde luego fueron la mejor compra que hicimos en Londres. Abu nos se las quitó a partir de ese momento, fue comodísima y aguantó como una jabata, de hecho, en un ataque de envidia, el último día me compré yo unas en negro, que aunque feas como ellas solas son tan cómodas y calentitas que ¿Quién podría resistirse?.

Ese día, de cena fuimos a por un menú del KFC que estaba riquísimo, aunque al final se quedaron con mis panochas de maíz (malos malosos) pero cuando nos dimos cuenta ya estábamos en el hotel y no había ni una sola posibilidad de que bajáramos a reclamar.

Vimos Star Wars VI en v.o. subtitulada en inglés (que vivan los sordomudos y sus subtítulos) y luego vimos la semifinal de X Factor. ( Se pulieron al único que me gustaba… que mala leche) y hale a dormir.
 
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