miércoles, 23 de junio de 2010

Frankfurt

Bueno, he vuelvido.

No sé si lo dejé caer por aquí en algún momento pero me he ido unos cuantos días a Frankfurt, Alemania. El vuelo era muy barato, el hotel muy bien de precio así que Miri y yo decidimos irnos a visitar las tierras germanas.

Salimos puntuales del aeropuerto y tras un vuelo tranquilísimo aterrizamos antes de hora, cogimos el bus de las seis y media, (lo que al parecer fue una hazaña, porque luego tenías que esperar tirada en el aeropuerto dos horas si lo perdías, y cuando llegamos quedaban cinco plazas…) y llegamos a Frankfurt.

Al son del primer gol de Alemania nos registramos en el hotel (habrá otro post sobre el futbol, os lo juro), subimos y la habitación era muy grande y cómoda, con chocolatitos en la cama esperándonos y los couets (para los que también habrá post).

Como no sabíamos qué hacer encendimos la tele, vimos que ponían el futbol y en el siguiente canal, alemán obviamente, unos chicuelos gritaban WELCOME TO ALBACETE, la cara de Miri y mía debió ser un poema, siguieron hablando en alemán mientras enseñaban Albacete, menudo ataque de risa, seguimos zappingueando y encontramos Tve internacional, gracias al cielo nos permitió mantener la cordura durante estos días, no es que la viéramos mucho pero las frases de Satur (del águila roja, serie que hasta Frankfurt no había visto jamás) nos amenizaron el viaje.

Cenamos cerca del hotel, una pizza, al día siguiente prontito a desayunar, un buffet con todo tipo de cosas, mis preferidos, unos croissants recién hechitos que sacaban calentitos y todo, pero había de todo, hasta frankfurts, puré, huevos revueltos, arenques, ensaladillas, yogures, cereales, embutidos… no sé, de todo, el café era aprovechable y todo, de la gama de cafés ricos, uno muy malo, pero entraba en la gama de cafés ricos y todo…

De ahí nos dimos vuelta por toda la Frankfurt monumental, vimos el Banco Central Europeo, en sus jardines en vez de patos o ardillas hay conejos, eran divertidísimos, la plaza de justicia, la catedral, el puente de hierro los parques del centro, el parlamento, el cosito de los monjes carmelitas.

Vimos a monjes budistas y a monjas vestidas de Madre Teresa de Calcuta, fue curioso…



Comimos en una especie de pastelería unos bocadillos de diosabráqué… porque juro que aunque estaban buenos no sé qué carajo llevaban dentro.

Luego fuimos a pasear por el paseo de los museos hasta llegar a la zona de bares donde disfrutamos de la gastronomía alemana, unas Bratzwurg (o cómo se escriba) y yo un codillo asado sin chucrut, que a mí la cosa esa me daba un asco terrible, todo regado con cocacola para mí (sí, soy una hereje a quién no le gusta la cerveza) y cerveza para Miri (en mi favor diré que la probé y que estaba buena).

Luego dimos un largo paseo hasta casa y nos encontramos con un camión que tiraba de una pasarela con una tipa pasando modelos mientras la grababan, curioso como mínimo.



Al día siguiente cogimos nuestro pase de museos, porque tenía pinta de ir a llover, aunque al final hizo buen día y todo y nos recorrimos unos cuantos museos, el de escultura, donde había sarcófagos egipcios que molaban mil, el de Staedel, donde había una exposición sobre no recuerdo qué tipito, pero sin duda era expresionista, Ludwig o algo así, había cuadros monos y horribles. Luego fuimos al museo de comunicación que solo por ver el cacharro que tienen en la puerta de entrada, merecía la pena entrar, y la verdad es que esperaba algo muchísimo peor, pero no, estaba dividido en varias secciones, la primera sobre el dinero, la segunda moda, donde había unos Manolos, y para mí los Manolos son devoción, luego teléfonos, donde había teléfonos viejitos y había líneas cruzadas así que llamé a una extensión y me sonó el teléfono de al lado y como una mema, con un teléfono en una oreja, cogí el otro al que yo misma acababa de ganar… si es que a veces puedo ser taaaaan inteligente. Había otra sala con ordenadores y otra sobre el servicio postal, y la más interesante, quitando los Manolos, obviamente, era una de chuletas o machetes o como los quieran llamar. Había de todo tipo, lástima que no entendiéramos un carajo… Pero una señora se esforzó al máximo por explicarnos el chiste de algunos objetos expuestos usando un oxidadísimo inglés, ¡Qué señora tan maja! Desde allí le envié un sms a Facu para que le tuviera toda la suerte del mundo mundial en la selectividad, y espero que le funcionara o algo…

Por la tarde estuvimos de compras hasta que nos morimos de cansancio y nos fuimos al hotel, entonces adoptamos a Cuqui (ese será otro post) y solo salimos del hotel para ir a por una MacPollo…

Al día siguiente nos volvimos a ir de museos, ésta vez fuimos al de Judíos, algo deprimente pero sinceramente no tanto como esperaba, la planta de arriba estaba destinada a mostrarnos las costumbres judías y la de abajo la historia de los judíos. Cuando lo terminamos nos fuimos al de historia, para seguir con el hilo y la parte normal era más bien aburridita, luego había una sala especial sobre la inmigración en Frankfurt y luego había una exposición muy genial de Frankfurt en la segunda guerra mundial, había ropa, carteles, utensilios del hogar (los cajones-especieros eran geniales, nos enamoraron a Miri y a mí), y lo más creepy, sin lugar a dudas, un árbol de navidad adornado con cruces gamadas, ponía los pelos de punta. Luego como exposición temporal había chatarras dobladas y pasamos mucho del tema, que a Miri y a mí lo del arte abstracto no nos va na’ de na’.

Luego nos volvimos a ir de compras, y me hice con un minicargamento de maquillaje, que estaba muy rebajadito y era genial, así que Wiii ya tengo la prebase de ARTDECO y la base Photo Ready de Revlon, así que soy hiperjapi de la life.

De ahí fuimos al hotel, a descansar un poco, y a media tarde una llamada de chico nos sugirió ir al parque principal donde había unas casitas coreanas monísimas (o al menos eso había visto chico en alguna web). Nos pusimos en marcha, caminamos un buen rato hasta llegar entre las casas y urbanizaciones con más postín de Frankfurt y rodeadas de porches y otros cochazos hasta que llegamos, en el parque estuvimos paseando un buen rato y cuando decidimos marcharnos sin encontrar las dichosas casitas coreanas, ahí estaban, y eran una mierda pinchada en palo, bah, no eran feas, solo vulgares,  que el atrezo de port aventura es igual, vamos, y nosotras nos habíamos metido una andada de la virgen para llegar hasta allí… un fiasco vamos.



Volvimos al hotel, muy hábiles nosotras, por la calle roja, sobrevivimos a ella, afortunadamente y nos dormimos con la firme intención de ir al día siguiente al zoo.

La firme intención se quedó hecha trizas cuando al levantarnos llovía a mares, desayunamos y como unas valientes nos fuimos al centro de centros comerciales, había uno raro raro raro, con un agujero, unas cosas que entraban, escaleras al más puro estilo Escher… no sé, mu raro.



Luego nos refugiamos en un Starbucks y en las tienditas bajo el suelo por las paradas de metro, comimos por allí y de ahí a la Main Tower, donde yo subí dejando abajo a la pobre Miri y su vértigo. Hice las fotos de rigor bajo la lluvia y de vuelta al hotel.

El viernes volvimos a España, antes comimos en el aeropuerto un par de Frankfurts como despedida, volvimos sanas y salvas, con un leve cansancio y unas ganas locas cada vez que veíamos el nombre de una calle y éramos capaces de pronunciarlo.

4 comentarios:

Facu dijo...

Claro que me dio suerte *.*

Y quiero hacer viajes como estos con miles de historias y conocer lugares bonitos *.*

y, sobre todo, quiero ir a un lugar que tenga un STARBUCKS!

Miriam dijo...

La verdad es que adquirimos bastante cultura , sobretodo de futbol , por que estavan todos los días mirandolo , son unos enfermos , hasta el punto que odiava y odio profundament a las vuvucelas de las narices . Por contra hecho de menos Frankfurt en si , pero sobretodo a cuqui, nuestra querida cuqui que habrá sido de ella pobrecita solita por el mundo snif snif, y por supuesto a Sturbucks con esa maravillosa conexión a internet *.*, des de la que nos comunicavamos con el resto de planeta jej, y por no hablar del pijorrico alemán , futón, coulette etc jeje eh pillow ....

anisdelmono dijo...

Ir a Frankfurt y no ponerse hasta el culo de cerveza está penado por el Tribunal de la Haya, que lo sepas.

Por cierto ¿Cuqui?

Taqwa dijo...

Eso será otro post querido, otro post...

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