Es Navidad, y en cada casa supongo que hay un tipo de tradiciones pero hay una que en prácticamente todas las casas se cumple. El día de Reyes se hace o compra el Roscón, habitualmente de nata y dentro hay una figurita o un haba, a quién le toca la figurita se le corona Rey, a quién le toca el haba, paga el del año siguiente (o alguna variación, que habitualmente se olvida quién es de año en año).
Pues bien, en mi casa las tradiciones suelen distar un poco de las de la gente normal, pero la del Roscón la cumplimos a rajatabla, ¡VAYA QUE SI LA CUMPLIMOS! ¡LA CUMPLIMOS CON CRECES!.
Efectivamente, nosotros compramos el Roscón de Reyes, la principal variación consiste en que compramos el primer Roscón de Reyes que se ve en las tiendas. No os asustéis, no esperamos hasta el día de Reyes a comerlo… que asquito, seguro que para ese entonces la nata ya tiene habitantes y es de color verde. Y aunque todos sabemos que los bebés verdes molan, los roscones verdes no molan nada.
Pues bien, ¿Qué hacemos con ese roscón? Obviamente, nos lo comemos. (Es que somos muy predecibles).
Y ese primer roscón marca el inicio de las navidades, a partir de ese momento, cada vez que se va a una pastelería, supermercado, lo que sea, compramos un roscón. Y nos lo comemos, si pasan varios días sin ir a supermercados, hacemos los roscones. El caso es que comemos una media de 16 roscones por cada Navidad.
La culpable, que conste, es mi madre, que es una obsesa por los roscones, si preguntáramos cuál es su dulce preferido diría EL MERENGUE Y LOS ROSCONES DE REYES, segurísimo. Y es la monstruita de las galletas Asinez y de los roscones de reyes.
Pues bien, las navidades empezaron el viernes pasado, cuando fuimos a Carrefour y de repente mi madre (que al ver Panettones y turrones activó su radar rosconero) nos apareció con un Roscón de Reyes.
Decir que estamos a 19 de diciembre y ya nos hemos comido un Roscón mediano y tenemos uno grande comprado para la comida/cena/comida de mañana comprado. Que el otro día compró levadura madre por si hacía algún roscón y que sueña con ir a Zaragoza para poder comprar en Hipercor un buen Roscón (que son sus favoritos).
En fin… me voy a comer, no sé cuál es el menú, pero sí sé cuál es el postre xD.
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4 comentarios:
A mi me da cosita, pero seguramente tiene que ver con que no me gusta nada de nada la nata u.u Si hubiera un roscón de chocolate igual me lo comía xD
Que mono has deixat el blog ,com molen les boletes de neu , com es note que el nadal t'encante eh jejej
Viva la Navidad
Ilustre Facu: A los efectos que proceda, hago constar que, adláter del roscón de nata, yacía otro similar pero relleno de trufa.
OOOH, creo que podría comerme uno de esos *.*
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