Cuento todo esto para explicar porqué para mí ésta catalogación (maldito corrector, lo he comprobado con la DRAE y catalogación sí que existe, memo) es tan importante... en cierto modo ha marcado mi vida, desde que era pequeña...
Catalogo a las personas en tres tipos según cómo tratan a los libros, empecé a pensar en ello hace un par de días. Chico se vino a la playa conmigo y con mi familia un fin de semana y surgió el tema...
Los despreocupados.
Supongo que la gran mayoría de la gente puede entrar en esta categoría. Para ellos los libros son un objeto más, los leen cómo más cómodo les parece, no les preocupa lo más mínimo el cuidado de los mismos, los meten en el bolso, bolsillo, maleta... de cualquier manera, si no tienen marcapáginas doblan las puntas de las páginas, si están hablando con alguien por teléfono, apuntan la dirección en cualquiera de sus páginas porque es lo que tienen más a mano. Si se les vuelven las páginas fuerzan el encuadernado o le dan la vuelta a las páginas que ya han leído para sostenerlo con una sola mano.
Los entregados.
Creo que éste es el tipo más raro. Para ellos los libros son algo para interactuar. Leen cada párrafo con suma atención, intentando encontrar dobles sentidos, buscando una relación entre las palabras escritas y su vida, sus pensamientos. Leen con bolígrafos de colores y marcadores en sus manos. Marcan los pasajes más significativos, subrayan párrafos, frases, líneas de diálogo. Anotan ideas propias en los márgenes, añaden pies de página. En una libreta registran las letras que han significado alguna cosa para ellos. Cada libro resulta una joya al final de cada lectura y es toda una nueva experiencia cada vez que lo releen pues así van siguiendo su evolución en su forma de pensar. Cuando prestan un libro no sólo prestan una obra sino que en cierta forma, se prestan a si mismos. Los OCD (obsessive-compulsive disorder). Para ellos los libros son algo sagrado pero en una forma completamente diferente a los anteriores. Cada libro es como una obra de arte que hay que preservar intacta, intentando pasar por ella, disfrutar de ella, pero de la misma manera que se disfruta de un paseo en una reserva natural, intentando no dejar ningún rastro de tu estancia allí. Siempre se debe utilizar un marcapáginas, pero de aquellos que no dejan huella, nada de pinzas, ni hierros que deformen la encuadernación. La encuadernación nunca debe ser forzada, para eso están lo márgenes, para no tener que forzar el libro. Los márgenes deben estar blancos y que a nadie se le ocurra doblar una esquina o hacer la más mínima raya en las páginas o pasarás a su lista negra de por vida. Igual que los anteriores, prestar un libro resulta todo un ritual, pues pasarán todo el tiempo que estén alejados de ellos temiendo por la salud de su ejemplar. Los libros deben viajar en una maleta, o en un departamento especial de alguna bolsa. Las manos deben estar limpias al cogerlos, cada ejemplar es introducido en una funda para resguardar sus portadas o si el OCD está muy desarrollado, cada libro está forrado.
Mi padre está obviamente en la última categoría, y yo por extensión, porque habitualmente los libros que yo leo son suyos y tengo muy claro que si en algún momento se me ocurriera doblarle la esquina a uno de sus libros haría testamento para repudiarme y dejarme sin siquiera la legítima, todos los libros están forrados, no sólo eso, yo aprendí a forrar libros con unos tres años... por si acaso, supongo que para mi padre era una de las lecciones importantes de la vida... En todo caso, creo que a mi me gustaría ser de los segundos, pero quiero mucho a mi padre y no quiero que le de un infarto. Recuerdo que cuando era pequeñaja se ponía malo cada vez que la profe nos mandaba hacer los ejercicios en el libro (de texto) y yo escribía en él...
Incluiría a Chico en la primera sección, cosa que aterrorizó a mi padre... y a Chico, ya que estamos jiji.
Y ahora la parte participativa, ¿Que tipo de lector sois vosotros?
5 comentarios:
entre la segunda categoría y la tercera, I meant*
Bueh, yo creo que debería estar entre una parte media entre la segunda categoría. Definitivamente ni marco los libros, ni los subrayo ni los doblo, ni anoto cosas en ellos.. POR DIOS, NO. NO. NO. Nada de escribir en libros, qué horror.
Bueh, pero tampoco los forro, con las tapas blandas alguna vez me he puesto cómodo y definitivamente si alguien estropea un poco mi libro no lo voy a desheredar. Me gustan los libros que huelen a viejo, que tienen pinta de viejos, epro también los nuevitos con olor a nuevitos *_*
Por último, decir que lo que yo he visto de la biblioteca de Anisdelmono es... INSANE. Pero no insane del malo, es insane del awesome. Y hay muchos libros. Y comics. Everywhere. Da envidia, mucha envidia T.T
PD. Omitiendo libros de texto
PD2. Ahora es cuando quisiera pasarme menos tiempo con Dobby y más tiempo leyendo, y nunca lo hago, porque soy un vago de mierda y un enganchado a la compu.
Más en la tercera que en el resto... pero sin pasarse, eh? xD
Pues yo soy definitivamente de la primera, y me siento orgulloso de ello. Un libro es para leerlo y punto. Es una distracción como cualquier otra y, así como me llevo a la NDS dentro de la bolsa (sin funda ni hostias), ni el móvil con protector (al iPod le puse funda porque se rayaba y eso me da rabia xD), pues los libros son lo mismo.
Caso a parte son los cómics. En cuyo caso, me declaro del tercer grupo (aunque ni los forro, ni sufro cuando los dejo), pero son mis pequeñas joyitas, a las que mataría y desheredaría a quien los doblara o rayara, o hiciese otro tipo de maldad sobre sus páginas.
Que yo councido 372628346% con Facu. Incluso con lo de que dan ganas de dejar la pc y leer. Me dije que hoy iba a leer y me pasé la tarde acá sentada o.o
Eso sí, me llegan a estropear un libro y los cago a bollos a todos. ARRUINATE EL CULO, PELOTUDO.
Eso. Un intermedio entre la 2da y 3ra. Me voy a seguir con el Silmarillion.
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