Bueno, bueno, bueno. La verdad es que llevaba algún tiempo con sequía de posts, no tenía ideas, y bueno, como que se nota en el numero de posts mensuales, y ahora tengo un montón de ideas, se me acumulan y no sé cuando me va a dar tiempo… pero prometo que los escribiré un día u otro. Además quería inaugurar sección pero bah, el caso es que todo se reduce a que soy una vaga redomada.
Bueno, hoy el post es bastante chorra, pero qué se le va a hacer… A todo el mundo le gustan pequeñas cosas, cosas simples, que para cualquiera puedan parecer una solemne chorrada y sin embargo, para ti, son especiales.
Siempre que pienso en ello recuerdo el principio de Amelie, a ella le encantan algunas de esas pequeñas cosas.
Yo coincido con Amelie, me encanta girarme en los cines para ver la cara de la gente, adoro filetear champiñones y lo que más me gusta, es comer las primeras frutas de la temporada, de casi cualquier fruta. Aunque existe una alegría especial.
Adoro comer las primeras fresas de la temporada.
Las fresas no son mi fruta preferida, ni mucho menos, me gustan mucho, pero la alegría se debe a algo distinto. Aunque me encanta el invierno, abomino la fruta de invierno, me gustan las naranjas y las mandarinas, y los plátanos, pero como solo como esas tres cosas (porque la manzana y la pera, en cuanto me como una o dos ya he tenido más que suficiente para toda la temporada) acabo hasta las narices. Y las fresas anuncian el principio de una nueva temporada de frutas, me hago un hartón de comer fresas, pero me las como hipperjappi de la vida, porque sé que pronto llegarán las ciruelas, y los alberges, y las cerezas y volveré a tener unos seis tipos de fruta distinta en casa para poder elegir.
Al final, hoy, he ido a buscar mi móvil nuevo, y mientras iba a la tienda de Yoigo he pasado por una frutería, y las he visto, ahí estaban, varias cajas de fresas, con una pinta riquísima. Tras pasarme un par de días viendo los extras del dvd de Firefly, donde Kaylee come fresas con esa cara de éxtasis supremo, llevaba hablando de fresas todo el fin de semana y al verlas hoy mis glándulas salivales han cobrado vida, pero iba con prisa, así que he pasado de largo pero con dolor de corazón, luego al ir a recoger a mi madre antes, he vuelto a pasar por la frutería a ver a cuánto estaban… y volvía a llegar tarde y mi madre tenía el móvil muerto así que no la podía avisar, así que me he vuelto a ir con dolor de corazón y sin fresas.
He recogido a mi madre, y le he dicho ¡MAMÁ, HAY FRESAS!, Y mi madre, que es majérrima me ha dicho, pues vamos a comprar…
Y en la cocina tengo mi kilo de fresas menos una, que ya ha pasado a mejor vida en cuanto hemos entrado por la puerta.
Adoro las primeras fresas.
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1 comentarios:
yo siempre preferiré el chocolate *.*
aunque las fresas con chocolate... RIIIIIIICO
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