martes, 26 de mayo de 2015

Mad Men: THE END

No sé muy bien cómo voy a escribir este post, le he estado dando vueltas, y aunque quiero hacerlo, sé que va a sonar pretencioso y no sé...

En fin, hace unos cinco años empecé a ver Mad Men y la empecé porque Christina y Hendricks salían en ella. Estaba convencida de que la dejaría en dos episodios, pero no pasó así, Aquí escribí entonces mi experiencia, pero para acortar, me bebí tres temporadas en cuatro días. Simplemente no podía dejar de verla, me la ponía por la mañana, por la tarde y por la noche. Fue extraño, pero simple, me enamoré de todos los personajes (menos de Pete, me ha costado muchas temporadas enamorarme de Pete).



Creo que la clave es que creo en cada uno de ellos, cuando los ponen ante una situación y reaccionan, sé que están reaccionando como deberían estar reaccionando. Lo dije en mi primer post, y lo mantengo cinco años más tarde, nunca juzgan a los personajes, los acompañan y hacen cosas buenas, y hacen cosas malas, y se quieren y se odian, pero nunca los juzgan.

Es una serie extraña, nunca he sido capaz de llevar al día una temporada, los capítulos suelen ser densos, y me suelo olvidar de las intrigas que tienen montadas, así que para mí, Mad Men es una serie de esperar a que termine la temporada y tragarme 13 capítulos del tirón. Ahora tengo bastante claro que si en vez de empezar con las tres primeras temporadas enteras, hubiera empezado con un capítulo por semana, nunca me hubiera enganchado, porque el ritmo es muy lento, y la pereza me puede, pero cuando llevas cuatro horas metida en su mundo, te olvidas de que el tuyo existe.

Es una cosa muy extraña, porque hay muchas series que me han gustado mucho más, no sé por dónde estaría Mad Men en mi ranking de mis series preferidas, pero estoy bastante segura de que tendría suerte si llegara a entrar en el top 10, y sin embargo, como un todo, personajes, guiones, fotografía... puede que sea la mejor serie que he visto.
Existen series para cuando estás deprimido, existen series para reírte, existen series para pintarse las uñas (categoría bautizada por Cami muy acertadamente), existen series para llorar, y existen series para pasar el rato. Llevo un rato intentando encontrar una categoría en donde Mad Men pueda quedar ver, y hace un momento me he dado cuenta de que no la hay, aquí es cuando llega la parte, no sé si llamarla pretenciosa o cómo, pero para mí, Mad Men, es puro arte. Mad Men es como ir a un museo, hay capítulos que no te interesan en absoluto, capítulos que no están mal, y capítulos redondos que te van a servir como listón para juzgar a otras series el resto de tu vida. Y lo digo en serio, me he saltado escenas enteras de esta serie, porque no me interesaban en absoluto, pero otros... sé que no los voy a olvidar.



Probablemente lo que más me ha gustado de toda la serie ha sido la relación de lo que yo considero los dos protagonistas, Don Draper y Peggy Olsen. Su relación ha evolucionado tanto, él es el mentor de ella, nunca ha habido nada romántico entre ellos, cosa que no me podría parecer más acertada mi más valiente. Se adoran mutuamente, a veces se odian, pero cuando no pueden acudir a otra persona, cuando tocan fondo, siempre acuden el uno al otro. La química entre los dos es fantástica y protagonizaron la que considero probablemente la mejor escena que he visto en una serie jamás, en el capítulo The other woman (s05e11).



Por otra parte está la historia de Betty, la mujer de Don. En un principio, esta buena mujer me desquiciaba, pero he aprendido a quererla, Con ella hicieron algo que nunca he visto en una serie. Ella y el protagonista se divorciaron en algún momento de la serie. En principio la serie seguía principalmente dos escenarios en los que Don Draper era el protagonista, en la agencia, su trabajo, y en su casa, su esposa y sus hijos, y todo tenía sentido, pero cuando se divorció, abrieron una tercera línea, y siguieron explicándonos la historia de Betty, a penas se habrá cruzado en media docena de episodios en las últimas tres temporadas con Don, y sin embargo, nos han seguido contando su historia, cosa que no hicieron con su segunda mujer. Me parece muy extraño, pero me encanta, el final de Betty, no lo esperaba en absoluto, y me ha cogido muy desprevenida, pero de alguna manera creo que hace cuadrar el resto de la historia de Don, creo que en cierto modo la cierra, porque de no haberlo hecho así, Birdy siempre hubiera sido una opción.



No quiero olvidarme de Sally, la hija de Don, ha crecido en la serie y ha pasado por demasiadas etapas, de niña a pura a adolescente, y en los últimos momentos, una mujer hecha y derecha. No sé muy bien cuándo ha madurado así, pero ver crecer al personaje, y a la actriz ha sido fantástico.



Joanne, la razón por la que empecé a ver la serie ha crecido tanto que que se ha comido más de la mitad de la última temporada, pero ha llegado a donde merecía llegar y me encantaría haber visto un spin off con esa empresa suya. Claro que no soy imparcial, yo por mi pequeña Saffron, veo lo que sea. También hizo de The other woman un capítulo redondo y me encanta que todos la respeten por ello y que nunca nadie le haya echado en cara cómo entró ahí.



Durante todo el capítulo final se ha respirado muy poco que era el último, cosa que también es extraña, y quitando dos o tres historias que si han cerrado, el resto lo han dejado muy al viento, como debía ser, pues no creo que en esta serie hubiera podido caber un "y fueron felices y comieron perdices". SPOILER ALERT Confieso que me ha tenido muy confundida hasta muy al final, pues he temido que acabaran matando a Don o bien por que se suicidara, o bien por que volviera a ser Dick y matara a Don Draper, pero ha acabado mucho mejor de lo que yo podría haber previsto nunca, de hecho, me atrevo a decir que ha sido el final perfecto para la serie, y eso son palabras mayores.

No sé si decir que la echaré de menos, probablemente no, pero la he visto y la he disfrutado muchísimo más de lo que soy capaz de expresar con palabras.

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